
A unas horas de la reapertura del espacio público más emblemático de la ciudad de Toluca, Plaza de los Mártires, decenas de transeúntes que pasan por la zona se preguntan porque el Gobierno del Estado de México procedió a remodelarla si no era necesario y para llevar acabo dicho proyecto de «embellecimiento» arbolado, pidió un préstamo de 50 millones de pesos.
A finales y principios del presente año directivos de la Secretaría de Finanzas del Gobierno estatal encabezado por Alfredo Del Mazo Maza, solicitaron al Congreso local un paquete de deuda que tuviera como tope 9 mil 500 millones de pesos, aunque los diputados locales solo le autorizaron al GEM pedir prestado 5 mil 500 millones de pesos.
El argumento que en su momento expuso Rodrigo Jarque Lira, Secretario de Finanzas y su equipo de especialistas, consistió en qué se necesitaba pedir dinero prestado a los bancos (privados) porque hay un gran número de obras inconclusas (por el mismo gobierno estatal) y porque también era necesario contribuir a la creación de infraestructura vial que requería el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ubicado en territorio mexiquense y emprender otras obras como la remodelación de la Plaza de los Mártires.
Para está última, precisó en su momento un directivo de Finanzas a los diputados, el proyecto contempló un monto de 50 millones de pesos (prestados), aunque hasta el momento no se tiene dato oficial alguno si el reacondicionamiento superó el monto proyectado.
Es de destacar que remodelación de la Plaza de los Mártires no fue socializado, es decir no se consultó a la ciudadanía del valle de Toluca su opinión sobre el mismo.
A principios de diciembre del año 2021 la plancha del corazón de la capital mexiquense amaneció cerrada con grandes estructuras metálicas.
La incertidumbre de lo que iba a acontecer en dicho espacio público se resolvió cuando los funcionarios de las Finanzas estatales precisaron a los diputados que parte del préstamo era para remodelar la Plaza que se ubica frente al Congreso local.
La obra se prolongó por nueve meses y para algunos transeúntes la remodelación puede ser entendida cómo un gran fraude porque sembrar alrededor de 100 árboles, colocar unas bancas de concreto y echar una plancha del mismo material con pasillos que comunican al hasta bandera, no tendría porque tener un costo de 50 millones de pesos que seguramente se elevará porque el dinero viene de un préstamo.