¿Qué sucedió? Para que el gobierno de los Estados Unidos, a través de una de sus agencias más importantes encargadas de perseguir criminales trasnacionales de alto perfil, ofreciera una recompensa de 5 y 3 millones de dólares, es decir 105 y 63 millones de pesos, a la o las personas que aporten datos fidedignos para dar con el paradero de los hermanos José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, el “Fresa” y el “Pez”, respectivamente, asentados desde hace más de una década en la zona sur del Estado de México.

De acuerdo con reportes de inteligencia del Departamento de Tesoro de Estados Unidos, la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros y la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos activaron el mecanismo de recompensa a partir del cruce de información entre agencias, lo cual permitió confirmar que los referidos hermanos tienen fuertes vínculos con sus pares en la unión americana.

El primer paso que dieron dichas agencias para tratar de neutralizarlos fue girar instrucciones a todo el sistema bancario estadounidense para rastrear y congelar sus cuentas y/o negocios en su país, así como prohibir a los habitantes de dicha nación sostener relaciones con ellos y sus negocios “lícitos” o ilícitos.

El segundo paso fue hacer del conocimiento de la población estadounidense y de todas las naciones que el “Pez” y el “Fresa” son de alta peligrosidad y cualquier persona que tenga conocimiento de su paradero debe dar parte a la autoridad.

Para el gobierno que encabeza Donald Trump, los hermanos Hurtado Olascoaga, son una organización terrorista que afecta y pone en riesgo a su población y se conduce y/o identifica como «La Nueva Familia Michoacana», organización de narcotraficantes.

El gobierno de los Estados Unidos, al igual que el gobierno del Estado de México, relaciona a los referidos hermanos con conductas delictivas como secuestro, tráfico de drogas, homicidio y lavado de dinero, entre otros.

El principal señalamiento del gobierno norteamericano hacia los hermanos consiste en que su operación delictiva es la introducción de droga a su país.

Para la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, los delitos por los que “persigue” a los hermanos son por homicidio y daños contra la salud en su modalidad de distribución, entre otros.

Pese a que, durante más de una década, en teoría los ha buscado e incluso los cataloga como objetivos prioritarios y ofrece una recompensa de 500 mil pesos, hasta el momento no ha tenido éxito, no los ha encontrado.

Según la autoridad, la operación de los hermanos Olascoaga es en la zona centro del país, específicamente en entidades como Estado de México, Morelos, Michoacán y Guerrero.

Es de destacar que la recompensa que ofrece el gobierno de Estados Unidos a quien ayude a localizarlos, se registra a poco más de una semana de que la Fiscalía estatal, junto con las fuerzas federales aseguraron ranchos y propiedades de lujo en la zona sur del territorio mexiquense donde presuntamente se albergaban integrantes de dicho grupo criminal.

El gobierno de los Estados Unidos también hace referencia a otros dos hermanos de la referida familia, Ubaldo y Adita, y también les imputa conductas delictivas.