La entidad mexiquense se colocó en 2023 entre los estados con la tasa de muertes fetales más alta, 89 por cada 100 mil habitantes, ocupando la tercera posición sólo por debajo de San Luis Potosí, con 92.8 y Durango, con 91.1.

De acuerdo con el reporte “Estadísticas de Defunciones Fetales 2023” realizado por INEGI, se advierte que en el país se registraron 23 mil 541 muertes fetales, de las cuales 4 mil 302 sucedieron en el Estado de México.

Las tasas más bajas se registraron en Oaxaca con 30.4, Zacatecas con 41.6 y Campeche con 44.1.

Entre las causas y lugares donde se verificaron, según INEGI, los decesos a nivel país, están:

Causas: Feto y recién nacido afectados por factores maternos y por complicaciones del embarazo, del trabajo del parto y del parto (45.9%); otros trastornos originados en el periodo perinatal (25.7%); trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal (11.2%); trastornos respiratorios y cardiovasculares específicos del periodo perinatal (8.4%); malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (5.4%) y otras causas especificadas en el periodo perinatal (3.4%).

Lugares: las defunciones fetales, según sitio de ocurrencia de la extracción o expulsión, tuvieron lugar en hospitales, inmuebles púbicos y la calle:

Pemex (0.1%), SEMAR (0.1%), SEDENA (0.3%), vía pública (0.6%), otro (0.8%), ISSSTE (1.3%), IMSS BIENESTAR (3.1%), Otra unidad pública (3.2%), hogar (3.9%), unidad médica privada (13.1%), IMSS (25.2%), SSA (47.9%) y no especificado (0.4%).

El INEGI precisa que dicho estudio realizado de manera periódica tiene la finalidad de “generar y difundir la información sobre el fenómeno de la mortalidad fetal registrada en el país, a partir del aprovechamiento de los registros administrativos de organismos e instituciones. Lo anterior permite conocer y comparar el volumen, tendencias y características de este hecho demográfico en los diferentes ámbitos geográficos del país, el cual es un insumo para el análisis y evaluación de acciones dirigidas a la elaboración de programas de salud materno infantil”.

El reporte también refiere que las características del embarazo y del parto, puntualizando que para aquellos embarazos que terminaron en muerte fetal, 81.4 % de las mujeres recibió atención médica prenatal, 15.3 % no la recibió y 3.3 % no especificó. De las mujeres que recibieron atención, 64.6 % tuvo entre 1 y 5 consultas; 30.2 %, entre 6 y 10; 3.0 %, entre 11 y 15; 0.7 %, entre 16 y 20, y 0.1 % recibió más de 20. El restante 1.4 % no especificó la cantidad (ver gráfica 3).

Y destaca que el mayor porcentaje de muertes fetales correspondió a embarazos únicos con 93.7 por ciento. Siguieron los gemelares con 5.9 %.

En cuanto al procedimiento de expulsión o extracción, los reportes oficiales puntualizan que el parto vaginal fue el que registró más casos, con 65.8 por ciento. Siguió la cesárea, con 17.8 por ciento. El resto de las categorías, con sus magnitudes, puntualiza INEGI en el referido reporte.

De los embarazos que terminaron en muerte fetal, 70.3 % fue atendido por médicos gineco-obstetras y 20.8 %, por otro tipo de médicos. El personal de enfermería atendió 0.2 por ciento. Las categorías complementarias, con sus magnitudes

Con base en la edad gestacional (duración del periodo de gestación), las muertes fetales intermedias (de 20 a 27 semanas) representaron el mayor número de casos, con 36.4 %; siguieron las tardías (de 28 o más semanas), con 35.4 % y las precoces (de 12 a 19 semanas), con 27.8 %.

Respecto al grupo de edad de “las mujeres que concentró el mayor número de embarazos con alguna complicación, que terminó con la muerte del producto, fue el de 20 a 24 años, con 24.1 por ciento. Siguió el de 25 a 29, con 23.4 % y el de 30 a 34, con 19.3 por ciento. En conjunto, estos tres grupos representaron 66.8 % del total (ver gráfica 9). El 97.1 % de las mujeres fue de nacionalidad mexicana; 0.9 %, extranjera y 2.0 % no lo especificó”.

En relación con la situación conyugal de la madre, el mayor número de casos de embarazo que derivó en la muerte del producto se presentó en mujeres que vivían en unión libre, con 53.2 %; siguieron quienes reportaron estar casadas, con 24.7 por ciento. La menor incidencia se presentó entre quienes manifestaron ser viudas, con 0.1 por ciento. El resto de las categorías, así como sus magnitudes.

Por último, INEGI precisa a través del “Estadísticas de Defunciones Fetales 2023” que el nivel de escolaridad de la madre predominó el nivel de secundaria (completa e incompleta), con 34.2 %; siguió preparatoria (completa e incompleta), con 30.6 por ciento. En conjunto, representaron 64.8 % del total.

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